5- El trabajo interno (II): La cuestión energética

El análisis de las emociones nos obliga a seguir buscando la esencia de la causa, así que recurrimos de nuevo a la Medicina Tradicional China, que enfoca cualquier patología desde un punto de vista de desequilibrio energético entre ciertos órganos que se relacionan directamente a través de meridianos. Y recuperamos la influencia del hígado que comentábamos, un órgano muy susceptible a las emociones y en concreto a la ira, por lo que podremos percibir fácilmente que nuestra visión cambia rápidamente según nuestro estado de ánimo.

Los ojos, además de relacionarse con todos los órganos internos (y de ahí su papel en el sistema nervioso), tienen esta conexión con el hígado; se puede decir que son su ventana, su reflejo. Así, según la MTC, cuando la sangre del hígado es suficiente, ni escasa (yin) ni excesiva (yang), la visión es buena. “El qi (energía) del hígado conecta con los ojos. Cuando las funciones del hígado son normales, los ojos podrán distinguir los cinco colores”.

"Aunque según la MTC el ojo está estrechamente unido con el hígado, el corazón y el riñón, todos los órganos están conectados con él, y así varias patologías de los órganos internos se manifiestan en los ojos. Una afirmación que confirma la ciencia de la Iridología. " (Cofe Fiakpui)

Tipos de miopía según la MTC.

Podemos hablar de meridianos, de chakras o de canales, pero en definitiva nos referimos a un desequilibrio energético. Individualmente o con apoyo del terapeuta podemos recurrir a técnicas como la acupuntura, la gemoterapia, el Reiki, el tacto terapéutico, la cromoterapia, la sonoterapia o musicoterapia, el Tai Chi, el Chi Kung o el Tai Chi Chuan, algunos de ellos con ejercicios específicos.


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