¿Colirios naturales o colirios convencionales?

La medicina natural busca siempre la causa del problema en vez de tratar directamente el síntoma. Por ejemplo, unos ojos enrojecidos son señal de dilatación de los vasos sanguíneos, y si nuestro objetivo es recuperar tanto nuestra salud ocular como general, no deberíamos limitarnos a aplicar un colirio convencional que provocara la aparentemente lógica constricción de estos vasos.



El colirio convencional se basa en un principio químico que devuelve a nuestros ojos a un estado normal. Una solución rápida y práctica aparentemente, pero dañina a la larga, ya que las señales se repetirán continuamente (cronicidad), reaparecerán de otra manera más significativa o, peor todavía, desaparecerán.

Los colirios naturales utilizan principios que conocemos, ya que sus propiedades funcionan en muchas patologías distintas, y más que obligar a nuestro ojo a volver a su estado natural, lo que hacen es ayudar a que el ojo recupere su propio equilibrio por él mismo.

De todas formas, siempre será importante estar pendiente de lo que está provocando ese desequilibrio para no limitarnos también a un tratamiento que, a pesar de ser natural, siga siendo sencillamente sintomático.

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