¡Respira!

Una de las causas de la tensión ocular podría ser la falta de respiración, ya que las personas con ojos tensos suelen retener el aire mientras usan la vista.

Al principio es difícil tomar conciencia de esta necesidad, ya que excepto cuando realizamos algún tipo de ejercicio específico (yoga, relajación, deporte en general...), la mayoría del tiempo respiramos lo estrictamente necesario para sobrevivir. Estamos privando a nuestro organismo de todo el oxígeno que necesita para funcionar correctamente.

En este preciso instante, ¿como respiras? ¿Se mueve tu tórax?

Un truco para empezar a evitar este defecto es obligarnos a respirar profundamente en los momentos en los que tenemos la mirada fija e inmóvil. Por ejemplo, si estamos leyendo, podemos hacerlo un rato en voz alta. O en otras situaciones podemos tararear una canción.

También será de gran ayuda estirarnos unos minutos al día y colocar las manos sobre las costillas. Si al empezar a respirar profundamente vemos que tenemos que forzar (en general estamos contracturados por todo tipo de tensiones y también por la falta de movimiento natural de respiración) podemos agarrar la masa muscular como si hiciéramos grandes pellizcos e intentar movilizarla y separarla de las costillas. Antes y después dejaremos las manos encima para ayudar a relajar la zona.

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