El niño gandul que en realidad era miope pero en realidad tenía miedo...

Según Marta Mombiela Bordes, optometrista conductual y kinesióloga, éstas son algunas pistas para averiguar si un niño necesita refuerzo de su sistema visual:
  • Salta líneas o palabras, relee palabras o líneas
  • Lee lentamente, utiliza el dedo para leer
  • Invierte palabras, letras o números
  • Tiene poca capacidad para recordar lo que lee
  • Tiene mala comprensión lectora
  • Mueve la cabeza cuando lee
  • Confunde palabras similares, hace faltas de ortografía
  • Cierra un ojo cuando lee
  • Se cansa después de una concentración visual mantenida
  • Evita tareas en visión cercana
  • Ve borroso cuando lee o cuando escribe
  • Se acerca al papel para escribir
  • Inclina el papel cuando escribe
  • Tiene una escritura ascendente o descendente, mal espaciada, trabajos sucios...
  • Tiene dolores de cabeza localizados en la frente o la sien, parpadea excesivamente
  • Se queja que ve doble
  • Se equivoca a la hora de copiar de la pizarra en la hoja, del libro en la libreta...


Como explica Mombiela, a veces los niños son etiquetados fácilmente como gandules (entre otras muchas etiquetas que se les ponen bastante a la ligera), pero lo más adecuado sería siempre buscar la causa. Un niño que presenta problemas en la escuela puede tener problemas de mala alimentación, estreñimiento, estrés, etc. o como comentamos en este caso, problemas visuales.

En este sentido será fundamental detectarlo lo antes posible para evitar que se le sustituya la etiqueta de gandul por la de miope. Porque a estas alturas del blog ya sabemos que podemos evitar ponerles gafas para toda la vida. Pero para ello, claro, tendremos que realizar un buen tratamiento visual.

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