¿Bombillas peligrosas?


En el post anterior compartí una información de la optometrista Marta Mombiela. Cuando la conocí también me habló de la importancia de utilizar las bombillas adecuadas, y me recomendó las de amplio espectro y bajo consumo*. No son fáciles de encontrar, y son más caras, pero son una inversión en salud, ya que crean una luz mucho más saludable que las convencionales. Al fin y al cabo, ¿cuántas horas al día pasamos bajo esa luz?



Por otro lado, ahora que ya estamos acostumbrados a la buena publicidad de las bombillas de bajo consumo, nos llegan informaciones que dicen que éstas podrían ser dañinas para la salud.

En este artículo de la revista Discovery Salud se critica que contienen mercurio (riesgo de toxicidad en caso de rotura), generan campos electrómagnéticos y emisiones ultravioletas, y producen un parparedo imperceptible para nuestra vista que puede causar migrañas y otras reacciones neurológicas. Parece ser que las antiguas bombillas incandescentes creaban una luz contínua mucho más natural. Ellos proponen bombillas LED.

Ante las dudas, intentaremos utilizar lo máximo posible la luz del sol. Nada mejor que seguir el horario solar.


* Marta recomienda las de 26W, o bien las de 20W si son para trabajar con ordenador.

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