Los días soleados y otoñales son fantásticos para realizar ejercicios oculares al aire libre. Muchas veces hemos compartido ejercicios, pero a veces leerlos resulta aburrido y da pereza (gran enemiga). Así que vamos a proponer uno que reúne a varios a la vez (respiración+energía solar+palmeo)
1- Buscar un lugar, a poder ser, en plena naturaleza. Si no, un parque o un entorno un poco "verde". Y si no, pues un balcón, una terraza o un banco en el que dé el sol.
2- Realizarlo preferiblemente temprano o a última hora, para notar bien el contraste entre la temperatura ambiente y el sol.
3- Sentarnos cómodamente, cerrar los ojos, poner las palmas de las manos hacia el sol y respirar. Sencillamente, respirar profundamente, sin forzarla, y sentir el calor del sol en los párpados y en las manos.
4- Concentrarnos en relajar los ojos, los párpados, el globo ocular, la musculatura que rodea el ojo, la cara,...
5- Cuando lo deseemos, apoyar los codos en las piernas y reposar los ojos cerrados en las palmas de las manos huecas, sin presional (técnica del palmeo). Sentiremos el peso de la estructura ósea que rodea el ojo sobre las palmas.
6- Respirar profundamente y abrir los ojos poco a poco.
Posiblemente notaréis que veis con más claridad y tenéis un mayor campo de visión, además de haber relajado la cara.
¡Es tan sencillo, y la sensación es tan agradable...!
1- Buscar un lugar, a poder ser, en plena naturaleza. Si no, un parque o un entorno un poco "verde". Y si no, pues un balcón, una terraza o un banco en el que dé el sol.
2- Realizarlo preferiblemente temprano o a última hora, para notar bien el contraste entre la temperatura ambiente y el sol.
3- Sentarnos cómodamente, cerrar los ojos, poner las palmas de las manos hacia el sol y respirar. Sencillamente, respirar profundamente, sin forzarla, y sentir el calor del sol en los párpados y en las manos.
4- Concentrarnos en relajar los ojos, los párpados, el globo ocular, la musculatura que rodea el ojo, la cara,...
5- Cuando lo deseemos, apoyar los codos en las piernas y reposar los ojos cerrados en las palmas de las manos huecas, sin presional (técnica del palmeo). Sentiremos el peso de la estructura ósea que rodea el ojo sobre las palmas.
6- Respirar profundamente y abrir los ojos poco a poco.
Posiblemente notaréis que veis con más claridad y tenéis un mayor campo de visión, además de haber relajado la cara.
¡Es tan sencillo, y la sensación es tan agradable...!
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